Si bien la receta es la misma, la cantidad (en gramos) de azúcar que se utiliza para endulzar un refresco normal es mayor que la cantidad de edulcorante o sustituto del azúcar que se requiere para endulzar las bebidas bajas en calorías. Esto se debe a que los sustitutos tienen un sabor mucho más dulce que el azúcar común. Aunque la cantidad de endulzante utilizado en estos refrescos es diferente, las latas en que se venden contienen exactamente el mismo volumen de bebida (350 ml por lata). Por ejemplo, si se comparan las etiquetas de un refresco de cola normal con un refresco bajo en calorías (presentación
light), puede apreciarse que el contenido de azúcar reportado en el primer caso es de 37 g para 355 ml de producto, mientras que en el segundo caso la cantidad de sustituto de azúcar (este puede variar, pero en general es sacarina, aspartame, xilitol, sucralosa, neotame, etc.) es de 24 mg/100 ml, que equivale a 85.2 mg o 0.0852 g para 355 ml de refresco. Si se establece la diferencia del contenido de azúcar entre ambas bebidas, para la presentación de refresco normal es casi 400 veces mayor que la presentación light. No obstante, aunque la cantidad del resto de los ingredientes en su formulación sea la misma, en ambas presentaciones de refresco, el tipo y la cantidad de endulzante empleado en cada caso hace que la composición de la mezcla sea variable. Por lo tanto, aunque los dos refrescos se presentan como una mezcla de casi las mismas sustancias, sus propiedades y características son diferentes.
El aspartame es uno de los edulcorantes más utilizados en la industria alimentaria, debido a que es 180 veces más dulce que el azúcar de caña. El consumo de sustitutos del azúcar causa controversia, pero baste decir que el daño generalmente depende más de la dosis que del veneno.