Al principio de este capítulo se mencionó que otra posibilidad para no sentir frío en el invierno consiste en activar un calentador en la habitación, ya que éste libera energía dentro del cuarto, la que se toma de la corriente eléctrica o quemando algún combustible.
El calentador transforma la energía eléctrica de la corriente en energía interna del aire; como resultado, el aire aumenta su temperatura (se calienta). El aumento de la temperatura del aire provoca que se pase energía a los otros cuerpos que están dentro de la habitación: las cobijas, la mesa, el librero, etc. A este paso de energía por diferencia de temperatura se le llama calor (se denota por la letra Q).
Se dice entonces que la energía pasa por calor, Q, del aire a los demás objetos. El calor, como proceso, deja de existir cuando la temperatura del aire y la de los demás objetos se igualan, en cuyo caso hablamos de que los objetos han llegado al equilibrio térmico con el aire.
Resumiendo lo anterior, diremos que:
El equilibrio térmico entre dos objetos es equivalente a que dos o más objetos tengan la misma temperatura.
El calor es el proceso mediante el cual se intercambia energía entre los objetos que tienen diferentes temperaturas. Cuando las temperaturas se igualan, el proceso de calor termina, y Q es igual a cero. Si ponemos en contacto diatérmico un cuerpo de alta temperatura con uno de menor temperatura, el primero disminuirá su energía interna mientras que la del segundo aumentará. Se dice, entonces, que el sentido en que Q procede es del cuerpo de alta al de baja temperatura.
Con el calentador se consigue que suba la temperatura del cuarto. Para que no disminuya, se tiene que hacer como con la olla de agua caliente; es decir, debemos proteger las paredes de la habitación con una cubierta adiabática que no deje escapar la energía suministrada por el calentador.
De lo contrario, saldría energía del cuarto por calor, al estar la temperatura del exterior a un valor menor que la alta temperatura ya conseguida en el cuarto. El lambrín es, como antes se dijo, un material hecho de madera prensada que funciona relativamente bien como aislante adiabático.
Cuando la energía que escapa del cuarto al exterior, en un lapso de tiempo mayor que la energía suministrada por el calentador, la temperatura del cuarto tenderá a disminuir, y a aumentar en caso contrario. Si el calentador funciona al máximo de potencia y no consigue mantener una temperatura confortable a pesar de utilizar el lambrín, entonces tendremos también que vestirnos con ropas adiabáticas adecuadas.
Un razonamiento semejante lleva a utilizar "aires acondicionados", para enfrentar los climas cálidos en los que la temperatura del ambiente es mayor que la corporal. Tales aparatos lo que hacen es disminuir la energía interna del aire del espacio habitable, a fin de bajar su temperatura.