Los servicios son intangibles e inmateriales y, aun cuando son fruto del trabajo humano, sí requieren un soporte físico para su realización. Existen sólo desde el momento en que se prestan, lo cual otorga al sector terciario un componente eminentemente humano y social. En este grupo se incluye una variedad de actividades individuales o empresariales que se realizan tanto en zonas rurales como urbanas y en los sectores público o privado. La complejidad de las mismas hace difícil su clasificación.
El sector de los servicios ha presentado un crecimiento notable en los últimos decenios no sólo por el número de personas que laboran en él, sino por las inversiones, la apertura de establecimientos y los ingresos económicos, los cuales por lo general son superiores a los obtenidos por el resto de los sectores. A este proceso se le denomina terciarización de la economía.
Las actividades comerciales son aquellas que están vinculadas a la distribución de productos en establecimientos minoristas o mayoristas. Éstos pueden ser pequeños, medianos o grandes y van desde un comercio ambulante hasta grandes almacenes, supermercados e hipermercados. La actividad comercial es tan antigua como la existencia del ser humano.
El comercio es interno cuando se desarrolla dentro del territorio de un país. En este caso, los productos que se comercian pueden ser del propio país o proceder de otros lugares. Asimismo existe el comercio exterior, cuando la producción dentro de un país supera la demanda de la población, y ese excedente de productos puede comercializarse con otros países mediante la exportación; sin embargo, si la demanda es mayor que la producción, los países importarán las materias primas, los bienes y los servicios que necesitan.
Durante el primer lustro de 2000, Norteamérica y Europa occidental han dominado los intercambios mundiales de mercancías; en tanto que Japón, China, India y los países del sureste de Asia agrupan una cuarta parte de las exportaciones e importaciones mundiales. El resto del mundo mantiene vínculos comerciales menos significativos.
Las actividades terciarias restantes se han clasificado con el término servicios, porque un individuo, grupo o empresa ofrece sus servicios, acción o conocimiento que le es útil al resto de la sociedad. Para realizarlos necesita una infraestructura material: oficinas, hospitales, escuelas, bancos, centros de ocio y de turismo, entre otros.
una clasificación que organiza estas actividades de una forma más funcional considera tres subgrupos de actividades comerciales y de servicios:
a] Servicios a la producción. También llamados servicios a las empresas. Estos incluyen actividades y ocupaciones que inciden en las etapas del proceso productivo, en especial el industrial, como el asesoramiento jurídico, las finanzas, los servicios que prestan los profesionistas (contadores, administradores, diseñadores, etc.). También incluyen los servicios de limpieza, seguridad, publicidad y el comercio intermediario mayorista de materias primas.
b] Servicios al consumidor. Responden a la demanda final que el consumidor requiere para cubrir una o varias necesidades básicas o secundarias. Es el caso de los servicios de alimentación y hospedaje, los de recreación, limpieza, de reparación y los establecimientos de comercio final.
c] Servicios colectivos. Son servicios públicos que atienden a grandes grupos de la población, como sucede con las oficinas de administración gubernamental, los establecimientos educativos, médicos, de asistencia social y algunos centros culturales; aunque en ciertos casos intervienen empresas privadas.
Los servicios presentan desequilibrios en su distribución geográfica a todas las escalas espaciales. El crecimiento del comercio mundial de servicios se ha incrementado a partir de 1990 como resultado de la apertura exterior motivada por las políticas neoliberales y los acuerdos multilaterales entre países y bloques económicos. Ahora fluyen capitales, información, trabajadores y empresas del sector de servicios en varios países, pero la mayoría se concentra en las principales potencias económicas del mundo.
Mención especial merece la actividad turística masiva que ofrece una interesante dinámica geográfica, donde los flujos de turistas, transportes e inversiones han presentado un crecimiento notable desde mediados del siglo XX, según los datos de la organización Mundial del Turismo (OMT). El incremento del tiempo libre, los ingresos económicos, la liberalización en la circulación de personas, así como el desarrollo y la reducción en tiempo y costos de los traslados han favorecido el ascenso del turismo como una actividad muy lucrativa.
Los turistas viajan para disfrutar de bellos paisajes naturales y culturales en diferentes climas y latitudes, pero una proporción importante prefiere las playas soleadas en zonas tropicales e incluso algunos viajan por motivos religiosos. Desde el inicio del siglo XXI ha crecido el turismo de negocios, congresos y ferias, por lo que en algunas ciudades se requieren adecuadas infraestructuras y comunicaciones.
El turismo se ha convertido en el sector económico más importante para muchos países, pero su internacionalización encierra profundas desigualdades en la distribución geográfica de las zonas de origen y la llegada de los flujos turísticos. Tales flujos proceden de los países y continentes con los mayores ingresos económicos (Estados Unidos, Canadá, Europa, Japón, Australia y Nueva Zelanda), donde una parte creciente de la población, inversiones y empresas se interesan por alguna de las siguientes regiones receptoras: la Europa mediterránea, la cuenca del Caribe, el centro y occidente europeo, el sureste asiático, el noreste y el oeste de Norteamérica. otra porción menor se dirige a América Latina y a una decena de islas y archipiélagos ubicados en el Pacífico y en el golfo Pérsico.
Algunas consecuencias del turismo son visibles en diversos lugares; tal es el caso de la transformación de paisajes naturales que dan paso a complejos turísticos y de infraestructura para el transporte, como aeropuertos, marinas turísticas o muelles para cruceros. Aunado a esto, el turismo altera la dinámica laboral local por la fuerte atracción de población trabajadora distante.