Al igual que una corriente eléctrica genera un campo magnético, un campo magnético puede generar una corriente eléctrica. Este fenómeno se puede observar usando la bobina que se construyó para el experimento de Oersted.
Si se conecta la bobina a un voltímetro y se acerca el imán a la bobina sin moverlo, la aguja del voltímetro no se moverá porque que no se generó ninguna corriente. Ahora acérquese el imán a la bobina y retírese rápidamente; en este caso se observará un movimiento en la aguja indicando que se generó una corriente. De esto se concluye que es el cambio en el campo magnético lo que genera la corriente eléctrica (figura 16).
Por otro lado, para generar una corriente constante habrá que girar rápidamente elimán cerca de la bobina. Un generador funciona de forma similar a un motor eléctrico,donde se tiene una bobina que puede moverse cerca de un imán, de modo que, al hacerlo girar, genera una corriente. [Véase video en CD: "Principio del generador eléctrico".]
Entonces, la electricidad que llega a las casas se genera de forma similar al experimento anterior, pero a una escala mucho mayor, es decir, dependiendo de la tecnología de la planta de luz, se hacen girar grandes generadores que funcionan con este principio.
Hasta ahora se ha aprendido que una corriente eléctrica circulando en una bobina genera un campo magnético, y además, que un campo magnético genera una corriente eléctrica en una bobina. Entonces ¿qué pasaría si se conecta la bobina consigo misma? Es decir, ¿se puede usar la corriente generada para producir un campo magnético por la misma bobina? En realidad sí es posible, pero se debe tener cuidado al interpretar esta respuesta, ya que se podría llegar a conclusiones equivocadas: si se imagina un imán cerca de una bobina conectada consigo misma, si se mueve un poco el imán se generaría un campo magnético. Y si dicho campo atrajera al imán, lo movería, induciendo a su vez una corriente eléctrica mayor a la anterior y, por lo tanto, se crearía un campo magnético mayor que a su vez atraería al imán con más fuerza, y así sucesivamente. Entonces se habría creado energía y el imán saldría disparado. Pero se sabe que no existen procesos en la naturaleza en donde se genere energía espontáneamente; entonces, ¿dónde está el error en el experimento imaginario?
El error está en suponer que el campo que se genera atrae al imán. Lo que realmente sucede es lo contrario, es decir, lo repele. De hecho, en el experimento donde se acerca y retira rápidamente el imán de la bobina existe una fuerza que se opone al movimiento que se realiza. Aunque esta fuerza es pequeña y casi imperceptible, es posible diseñar un experimento que permita apreciarla (experimento F).
Obsérvese en el experimento que el popote gira como si el imán "empujara" a la bobina, es decir, se genera una fuerza que se opone siempre al movimiento del imán, independientemente de su orientación. El físico ruso Heinrich Friedrich Lenz (1804-1865) explicó este fenómeno y se puede resumir de la siguiente manera: la corriente inducida en la bobina es tal, que el campo magnético producido por ella se opone al campo magnético del imán que la genera
Esto no es otra cosa que una consecuencia más de la conservación de la energía.