Lo que se ha visto hasta este momento es útil al elaborar o leer asuntos, o ante narraciones en las que la relación causa-consecuencia es inmediata, como vimos en el ejemplo; empero, cuando nos enfrentamos a relatos cuya secuencia es más compleja, es fundamental subdividir los elementos antes enunciados; de tal forma en el esquema inicial:
Ahora se indicará la existencia de una situación inicial (donde se presentan los personajes, el estado, lugar y tiempo en el cual se encuentran), después una primera complicación o suceso desencadenante (que modificará dicha situación inicial), una reacción ante lo sucedido (que en apariencia sería la situación final; sin embargo no lo será, porque esta reacción no genera un nuevo estado), una resolución o efecto (que correspondería a una nueva complicación; es decir, un nuevo elemento que ocasione una modificación de la aparente situación final), y por último una situación final, en la que ahora sí se englobe un nuevo estado (producto de la resolución). En algunos textos, después de la situación final se expone una moralidad o evaluación final, donde, ya sea de modo explícito o implícito, se proporcione la finalidad del escrito.
Representemos lo anterior con el siguiente esquema:
Se ejemplificará con el siguiente texto.
LA VACUNA
Louis Pasteur, contemporáneo de Koch, además de ser un científico genial tenía un atinadísimo don para los buenos negocios, y sin cuestionamiento alguno, se le pude considerar como el primer biotecnólogo. Durante su vida científica Pasteur estuvo vinculado a la industria del vino, la seda y la cerveza. La vacuna contra el ántrax fue uno de sus trabajos con enormes repercusiones tanto en el mundo científico como en el de los negocios.
Pasteur pensaba que si a los gérmenes patógenos se les sometía a diversos tratamientos físicos, como podría ser cultivarlos a altas temperaturas, éstos se atenuaban, es decir, perdían sus propiedades patogénicas o al menos se disminuía, en gran medida, su agresividad. Con estas ideas en la cabeza, Pasteur cultivó repetidamente el bacilo del ántrax a una temperatura de 43 grados centígrados, tratamiento por el cual, efectivamente, obtuvo una cepa inocua del bacilo del ántrax. De este modo, Pasteur generó una bacteria del ántrax que no producía la enfermedad pero sí podía alertar la respuesta inmunológica de los animales y de este modo servir como vacuna.
Como negociante Pasteur sabía del poder que ejerce la prensa en la opinión pública, así es que en la mañana del 2 de junio de 1881, en el pueblo francés de Pouily le Fort, montó una demostración espectacular, a la que asistieron periodistas, médicos, inspectores gubernamentales, veterinarios y una muchedumbre de curiosos.
Pasteur vacunó con su bacilo atenuado a 20 borregos, seis vacas y una cabra, y luego los infectó con el bacilo del ántrax. A un grupo compuesto de igual modo, sólo lo infectó con el temible bacilo. En pocos días todos los animales del grupo que no había recibido la vacuna estaban muertos. En contraste, todos los animales vacunados habían sobrevivido. La prueba fue un éxito contundente y pronto se hicieron pruebas similares en muchos lugares del mundo. En poco tiempo esta vacuna se empezó a utilizar con regularidad y el ántrax, poco a poco, dejó de ser un problema grave para los ganaderos.
En el ejemplo, el asunto es el siguiente: un científico, luego de una demostración pública y espectacular, prueba la efectividad de la vacuna contra el ántrax.
Las partes que componen el relato son:
S.I. = Situación inicial: en ella se identifica al sujeto fijo (Louis Pasteur), se caracteriza y se presentan sus ideas en torno al cultivo de gérmenes patógenos.
S.D. = Suceso desencadenante (o complicación): Pasteur cultiva el bacilo del ántrax.
Reac. = Reacción ante dicha complicación: obtiene una cepa inocua que puede servir como vacuna.
Resol. = Resolución: monta una demostración pública y espectacular.
S.F. = Situación final: demuestra que la vacuna contra el ántrax es efectiva.
Moralidad = La finalidad del escrito es demostrar que, gracias a la vacuna, el ántrax dejó de ser un problema grave para los ganaderos.
Es preciso aclarar que en algunas narraciones no siempre son evidentes todos los elementos citados. Aunque no deben faltar jamás los tres esenciales, es posible encontrar sintetizadas en una acción la reacción y la resolución, o que la resolución sea, a su vez, situación final. En otros textos alguno de los elementos de la secuencia narrativa ocupa más espacio que los otros; esto se aprecia en el fragmento encuadrado dentro del texto de la siguiente página que narra la historia de los manicomios en México.
Se evidencia en el artículo lo siguiente: