Internet permite que los usuarios de computadoras puedan conectarse a otras computadoras a través de la red. Esta comunicación se puede llevar a cabo en una variedad de formas y puede incluir distintos mecanismos de seguridad, autenticación y permisos o autorización para realizar ciertas tareas. Esta facilidad está transformando la manera en que se organizan las empresas y organizaciones. Así, hoy en día es común que muchas personas trabajen desde casa y se conecten a las redes internas de sus empresas, con un ambiente de trabajo idéntico al que se obtiene en sus oficinas, pero con muchas ventajas: se reducen los costos para el empleado al no tener gastos de transporte, y para la organización, pues no tiene que contemplar un ambiente de trabajo adecuado para todos los miembros de la organización, los empleados no pierden tiempo en desplazarse a las oficinas, se pueden tener grupos de trabajo distribuidos en distintas ciudades en todo el mundo, ahorra en insumos, etcétera.
Por ejemplo, cuando un trabajador está lejos de su oficina, probablemente en un viaje de negocios o placer, puede ejecutar una sesión remota en su computadora de escritorio usual utilizando la red virtual privada (VPN, por sus siglas en inglés) de la empresa, a través de Internet. Para los administradores de estas VPN se incrementan los retos, pues ahora deben defender la red de la organización, incluyendo los ambientes remotos utilizados por los miembros de la organización en casa o sitios remotos.