Arcadio y Pilar son vecinos y comparten un patio. Arcadio tiene un perro y Pilar un gato. A ambos animales les gusta correr en el patio pero, por supuesto, no se toleran mutuamente. Después de varios eventos desafortunados, los dueños deciden que tienen que coordinarse para que sus mascotas nunca coincidan en el patio. Obviamente, quedan descartadas las opciones que impidan que una mascota pueda salir al patio cuando éste está vacío. ¿Qué deben hacer entonces? Tienen que ponerse de acuerdo en cómo decidir si dejan o no salir a sus mascotas al patio. Este tipo de procedimientos, para ponerse de acuerdo, son lo que llamamos un protocolo, de lo cual se hablara más adelante.
El patio es demasiado grande, por lo que Pilar o Arcadio no pueden simplemente asomarse y verificar si está libre o no. Si Arcadio quiere sacar al perro, podría caminar hasta la casa de Pilar y preguntarle, pero esto toma mucho tiempo y tal vez esté lloviendo. ¿Qué tal si le llama por teléfono? Esto podría no funcionar, porque tal vez Pilar se está bañando o su teléfono no tiene batería y no lo escucha.
Después de varios intentos de coordinación fallidos, se les ocurre lo siguiente: instalan dos postes fuera de sus respectivas casas e instalan en cada uno una bandera. Cuando Pilar quiere sacar a su gato hace lo siguiente:
1] Eleva su bandera en el mástil.
2] Cuando la bandera de Arcadio está abajo, saca al gato.
3] Cuando el gato regresa a casa, baja su bandera.
El comportamiento de Arcadio es un poco más complicado:
1] Eleva su bandera en el mástil.
2] Mientras la bandera de Pilar está arriba:
a] Arcadio baja su bandera.
b] Arcadio espera hasta que Pilar baje la bandera.
c] Arcadio eleva su bandera.
3] Tan pronto como su bandera está arriba y la de ella abajo, saca al perro.
4] Cuando su perro regresa, baja la bandera.
Esta solución funciona porque de manera intuitiva cada uno eleva su propia bandera y luego observa la bandera del otro, por lo que al menos uno de los dos verá la bandera del otro arriba y no sacará su mascota al patio.
