Enciclopedia de Conocimientos Fundamentales
UNAM ˜ SIGLO XXI


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3.11 CUIDADOS DURANTE EL EMBARAZO

La mujer embarazada no está "enferma" ni se "alivia" al momento del parto. Está, en cambio, pasando por un proceso fisiológico natural. Sin embargo, durante el embarazo es importante que cumpla con una serie de cuidados para garantizar su bienestar y el del bebé, así como evitar complicaciones que podrían llevar a la muerte de uno o de ambos. Por esta razón, tanto la mujer como su hijo deben permanecer bajo vigilancia profesional y llevar a cabo una serie de acciones para que puedan adaptarse a los cambios fisiológicos resultantes.

El médico vigila y orienta a la madre durante esta etapa. Debe realizar una serie de procedimientos que en conjunto reciben el nombre de control prenatal, cuyos objetivos son: detectar factores de riesgo; mantener estable la salud de la madre y del feto; y prevenir enfermedades y complicaciones. Para ello, se realiza la historia clínica de la madre, es decir, se le interroga con el fin de conocer sus condiciones de salud, sus antecedentes médicos y otros datos que podrían intervenir en su estado y en el del producto. Posteriormente, se realiza una exploración física, así como diversos estudios prenatales. Algunos son de carácter rutinario, como la determinación del tipo sanguíneo de la madre, los niveles de hierro y hemoglobina, y pruebas de orina. También se realizan regularmente ultrasonidos para calcular la fecha del parto, revisar el crecimiento fetal y su posición dentro del útero, así como calcular su edad gestacional. Esta prueba también permite medir el bienestar fetal y corroborar que el bebé crece y se desarrolla adecuadamente.

La mujer debe acudir con su médico por lo menos en cinco ocasiones durante todo el embarazo. Lo ideal es una vez al mes durante las primeras 32 semanas de gestación; cada 15 días de las 32 a las 36 semanas, y de ahí al momento del nacimiento, cada siete días.


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