Después de la implantación, es decir, a partir de la segunda semana, comienza el periodo embrionario, durante el cual se da la formación de órganos (organogénesis). Éste termina en la octava semana y a partir de la novena, el producto recibe el nombre de feto, el cual atraviesa desde ese momento hasta el nacimiento (entre las semanas 38 y 42) por los periodos de maduración y desarrollo (véase la figura 3.9).