Durante la etapa reproductiva de la mujer se observa una serie de eventos con un comportamiento cíclico de entre 28 y 30 días. El comienzo del ciclo menstrual está determinado por el inicio de la menstruación, y el evento central es la ovulación, que se produce alrededor del día 14. Este ciclo tiene lugar en el ovario, el endometrio, la tuba uterina, el cérvix y la vagina, y se regula por la función hormonal del eje hipotálamo-hipófisisovario.
A nivel central, el ciclo menstrual es controlado por la secreción pulsátil de la hormona liberadora de gonadotropinas (GnRH), producida por neuronas distribuidas en la región hipotalámica. Esta secreción estimula la glándula hipófisis, que a su vez produce dos hormonas: gonadotropinas FSH y LH; ambas favorecen la creación de estrógenos en el ovario. Lo anterior ocurre al inicio del ciclo menstrual y los niveles de estrógenos aumentan gradualmente conforme avanza el ciclo.
Durante la fase preovulatoria o proliferativa del ciclo menstrual (del día 5 al 14), los estrógenos producidos por el ovario forman el epitelio de revestimiento uterino que se desprendió durante la última menstruación; ocasionan que el endometrio aumente de grosor, que las glándulas uterinas se alarguen y que las arterias endometriales crezcan hacia la superficie del endometrio. En el cérvix estimulan la secreción de un moco líquido que facilita el paso de espermatozoides a través del canal cervical.
Cuando se alcanza un determinado nivel de estrógenos, se presenta una descarga de hormona LH que desencadena la ovulación, es decir, el folículo maduro se abre a la superficie del ovario (véase la figura 3.2). A su vez, el ovocito es captado por las fimbrias de la tuba uterina que lo transportan al interior de la misma. El resto del folículo, que ha sufrido una hemorragia por la ruptura, tiene que cicatrizar e iniciar los cambios que formarán el cuerpo lúteo (véase la figura 3.2). Éste es una glándula endocrina formada por los restos del folículo que ha ovulado; produce progesterona y estrógenos.
Posteriormente, tras la ovulación, ocurre la fase secretora del ciclo (del día 14 al 28), regida por la secreción de progesterona del ovario. El endometrio ya engrosado experimenta más cambios y el moco cervical se vuelve muy viscoso para actuar como un bloque protector, inhibiendo el paso de materiales al interior del útero. La progesterona es importante porque facilita la implantación del embrión y su posterior desarrollo.
Entre los días 21 y 22 del ciclo menstrual, el endometrio se encuentra en condiciones óptimas para recibir, en caso de haberse producido la fecundación, al embrión. En los ciclos que no presentan fecundación, el cuerpo lúteo involuciona y caen los niveles de progesterona y estrógenos.