Enciclopedia de Conocimientos Fundamentales
UNAM ˜ SIGLO XXI


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2.10.2 Sistema muscular

Los músculos son tejidos u órganos del cuerpo. Se caracterizan por su capacidad para contraerse en respuesta a un estímulo nervioso. La unidad básica de todo músculo es la miofibrilla, estructura filiforme, muy pequeña, formada por un par de proteínas complejas llamadas actina y miosina. Existen tres tipos de tejido muscular: el liso, el esquelético y el cardiaco.

El tejido muscular liso, visceral o involuntario está compuesto por células con forma de huso con un núcleo central y que carecen de estrías transversales. Su contracción está mediada por el sistema nervioso autónomo. Se localiza en la piel, órganos internos, aparato reproductor, grandes vasos sanguíneos y aparato excretor.

El tejido muscular esquelético posee fibras largas rodeadas de una membrana celular. Estas fibras son células fusiformes alargadas que contienen muchos núcleos y en las que se observan con claridad estrías longitudinales y transversales, de ahí su nombre. A diferencia del músculo liso, es inervado por el sistema nervioso central. Debido a que está bajo control consciente, se considera un músculo voluntario. Las contracciones del músculo esquelético permiten mover distintos huesos y cartílagos. Además, forman la mayor parte de la masa corporal.

Las partes que conforman el tejido músculo-esquelético son las siguientes:

Músculo
Figura 2.46. El músculo esquelético está formado por células llamadas fibras musculares, las cuales están compuestas por miofibrillas, que son filamentos contráctiles especializados. Las fibras musculares están rodeadas por una membrana de tejido conectivo llamada endomisio. Varias fibras musculares forman haces envueltos por el perimisio, los que a su vez se encuentran unidos en una sola estructura que conforma el músculo esquelético, contenido dentro del epimisio. Los componentes de tejido conectivo de un músculo se unen para formar un tendón, mediante el cual el músculo se inserta al hueso
© Bsip - Archivo Digital.

Los movimientos del cuerpo humano se deben a la acción de varios grupos musculares; unos son responsables del movimiento y otros se oponen o fijan. Otros más, llamados sinergistas, se contraen al mismo tiempo para garantizar el movimiento.

Los músculos de la cara se dividen en músculos de la expresión facial y músculos de la masticación. Los primeros favorecen la gesticulación y ayudan a manifestar estados de ánimo; algunos de ellos son el risorio, el corrugador de las cejas, orbiculares de los ojos y

Músculos del tronco
Figuras 2.47 y 2.48. Los músculos del tronco realizan movimientos de flexión y extensión del mismo, los cuales se practican en múltiples actividades de la vida cotidiana. Además, colaboran con algunos movimientos de brazos y hombros, así como con la respiración y la compresión del contenido abdominal
© DGTIC.

 

Musculos del tronco posterior
Figura 2.48

 

de los labios o depresor del labio inferior, entre otros. Los músculos de la masticación permiten el movimiento de la mandíbula, único hueso móvil de la cara. Entre ellos se encuentran el temporal, el masetero y los pterigoideos medial y lateral.

En el cuello existen diversos músculos que dan sostén y protección a estructuras importantes, v. gr.: los escalenos y el esternocleidomastoideo. Los músculos anteriores permiten movimientos de flexión, lateralización y rotación de la cabeza sobre el cuello. Los posteriores o músculos de la nuca extienden el cuello y elevan el cinturón escapular en la acción de trepar.

Los músculos del tronco son amplios y delgados. Se dividen en músculos de la pared torácica o pectorales, que mueven el cinturón escapular. El diafragma es un músculo que divide la cavidad torácica de la cavidad abdominal y es el principal músculo de la respiración, auxiliado por los intercostales. En la parte posterior del tórax, llamada también dorso, se encuentran músculos superficiales muy amplios que mueven el cinturón escapular, y músculos profundos que constituyen el sistema erector espinal y mantienen la posición erecta (véanse las figuras 2.47 y 2.48).

Los músculos de la pared abdominal son amplios y contraen el abdomen. Participan en acciones como defecar, orinar, eyacular, etcétera. Junto con los músculos del miembro inferior, permiten flexionar los miembros inferiores sobre el tronco, así como lateralizarlo y rotarlo.


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