Enciclopedia de Conocimientos Fundamentales
UNAM ˜ SIGLO XXI


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2.5.1 Hipófisis

La hipófisis se encarga de controlar la mayoría de las glándulas endocrinas. Su tamaño es pequeño y se localiza dentro del cráneo, sobre el esfenoides, en la fosa hipofisiaria o silla turca. Está unida al hipotálamo mediante el tallo hipofisiario; su secreción es controlada por señales hormonales y nerviosas procedentes del mismo. La hipófisis tiene dos lóbulos, uno anterior (adenohipófisis) y otro posterior (neurohipófisis).

 

Adenohipófisis o hipófisis anterior

Sintetiza y secreta seis hormonas de estructura peptídica, las cuales intervienen en el control de funciones metabólicas:

A su vez, la secreción hormonal de la adenohipófisis es controlada por hormonas (factores liberadores) que se sintetizan en el hipotálamo y pasan a la adenohipófisis en la sangre (sistema portahipofisiario) (véase la figura 2.19).

Hipófisis
2.19. El hipotálamo controla la hipófisis mediante señales hormonales y nerviosas. La hipófisis, a su vez, controla la mayoría de las glándulas endocrinas a través de las secreciones de sus dos componentes: la adenohipófisis y la neurohipófisis. Una red venosa, llamada sistema portal, facilita el transporte de sustancias entre ambos órganos por medio de una estrecha comunicación sanguínea
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La hormona del crecimiento o somatostatina (GH, por sus siglas en inglés) no actúa sobre una glándula, sino que induce el crecimiento de casi todos los tejidos del organismo. La GH es secretada toda la vida. Aunque no se conoce su mecanismo regulador, se sabe que su secreción está relacionada con la nutrición y el estrés. Actúa sobre todo en el cartílago y el hueso, antes de la pubertad. Desarrolla el tamaño celular y estimula la mitosis, para lo cual aumenta la síntesis de proteínas y favorece la movilización de la grasa. La GH ejerce varios de sus efectos por medio de sustancias llamadas somatomedinas.

La hormona prolactina (LTH, por sus siglas en inglés) estimula el desarrollo de la glándula mamaria durante la gestación. La prolactina aumenta durante el embarazo en respuesta a concentraciones elevadas de estrógenos y progesterona. Sin embargo, el efecto lactogénico permanece inhibido hasta después del parto y, posteriormente, perdura mientras exista una actividad regular de succión del pezón por parte del bebé. Este estímulo mantiene altos los niveles de prolactina y, por lo tanto, inhibe la ovulación.

Las acciones de las hormonas TSH, ACTH, LH y FSH se expondrán más adelante.


Neurohipófisis o hipófisis posterior

Las hormonas secretadas por la neurohipófisis se sintetizan en los núcleos supraóptico y paraventricular del hipotálamo, y son transportadas por fibras nerviosas (axones) hasta la neurohipófisis. Ésta secreta dos hormonas, también peptídicas: la antidiurética y la oxitocina.

La hormona antidiurética o vasopresina (ADH, por sus siglas en inglés) regula la eliminación de agua por el riñón en forma de orina. Células en el hipotálamo llamadas osmorreceptores detectan el aumento en la concentración osmótica de los líquidos corporales y, en respuesta, aumentan la secreción de ADH. Esta hormona disminuye la producción de orina, la cual a su vez inhibe la liberación de ADH. La vasopresina también es un potente vasoconstrictor y se libera cuando desciende el volumen sanguíneo.

La oxitocina estimula la contracción del útero al final de la gestación, por lo que se supone que induce el parto. La estimulación del cuello uterino en la mujer embarazada, producida por la presión del feto sobre el mismo, desencadena señales nerviosas que llegan al hipotálamo e incrementan la secreción de oxitocina. También regula la liberación de leche por la glándula mamaria durante la lactancia. El estímulo que se produce cuando el recién nacido succiona el pezón materno transmite señales por los nervios sensitivos a las neuronas, que secretan oxitocina en el hipotálamo, propiciando que se libere la hormona; ésta llega a la mama por vía sanguínea, contrae los conductos lácteos y comienza la expulsión de leche. La supresión del estímulo inhibe la liberación de la hormona y, por lo tanto, la expulsión de leche.


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