Existe una tendencia mundial al envejecimiento de la población. La disminución de la fecundidad y el aumento de la esperanza de vida conllevan que el número de personas mayores de 60 años también aumente. Este cambio se debe en gran parte a los adelantos de la ciencia que permiten prevenir y combatir algunas enfermedades, alargando así el tiempo de vida (véase el apartado 1.4).
Según el Conteo de Población y Vivienda 2005, realizado por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), en México viven aproximadamente 8.5 millones de hombres y mujeres de 60 años y más. Esto significa que 7.6% de todos los mexicanos son adultos mayores. Dentro de este grupo de edad, por cada 100 mujeres hay 87 hombres; las mujeres tienen mayor esperanza de vida (78.2 años) en comparación con los hombres (73.7 años), aunque se desconocen las causas específicas de este fenómeno. El 49% de los ancianos mexicanos vive en zonas urbanas, mientras que el resto lo hace en áreas rurales.
Las implicaciones del envejecimiento de la población son diversas. Por ejemplo, mientras más ancianos hay en el país, se requieren mayores servicios de salud, asistencia y protección social; por cuestiones voluntarias, de salud o incluso por obligación, la participación en el mundo laboral tiende a disminuir con la edad, lo que impacta no sólo en el rubro económico de la sociedad, sino también en el individuo y su familia.
El término "viejismo" hace referencia a la manera social en que se percibe el envejecimiento. Desde esta perspectiva, se piensa que la vejez es una etapa de decadencia física y mental en la que un viejo es alguien con discapacidad, inútil, inflexible, una carga para la familia y la sociedad. Resulta tan común esta noción de la vejez que incluso los ancianos se apropian de ella; la asumen, se resignan, se vuelven apáticos y terminan por negarse la oportunidad de superar las condiciones adversas a las que se enfrentan. Los ancianos mexicanos carecen de un papel social; no se espera nada de ellos. Por ello, es importante aclarar algunos mitos sobre la vejez: