El término adulto se refiere al ser humano que ha dejado la adolescencia para alcanzar su completo desarrollo. Es una etapa de estabilidad relativa y vigor físico. En general, se puede afirmar que la edad adulta supone la presunción legal de la capacidad plena del individuo para tomar decisiones y actuar en consecuencia. Por lo tanto, plantea el incremento de sus posibilidades de actuar sin ayuda de padres o tutores y otorga mayores derechos y responsabilidades.
El principal aspecto que define el inicio de la vida adulta es el social. El ser humano no es adulto sino hasta que es percibido como tal por la sociedad, hecho que sucede cuando representa una persona madura, racional y responsable. La adultez se caracteriza, sobre todo, en términos de logros y autonomía.
En materia psicológica, la madurez que conlleva la vida adulta implica un alto grado de estabilidad emocional, que incluye el control de impulsos, una elevada tolerancia a la frustración y la libertad de oscilaciones violentas del estado de ánimo. En términos biológicos, un adulto es una persona que ha alcanzado los límites de desarrollo físico y cuenta con la capacidad para reproducirse.
La vida adulta se puede dividir en tres etapas: adultez joven, intermedia y tardía.