Son múltiples las causas por las cuales los adolescentes pueden experimentar tensión, ansiedad y estrés. No obstante, la mayoría de las veces estos padecimientos se relacionan con los intensos cambios físicos y psicológicos propios de esta edad, así como con el temor de no poder cumplir las expectativas de los padres, de los amigos y del propio joven, metas que se perciben como inalcanzables. Asimismo, las dificultades en el hogar o en la escuela y la presión por la toma de decisiones respecto a la vocación pueden provocar estas enfermedades. Aunados a la tensión, la ansiedad y el estrés, con frecuencia aparecen sentimientos de inseguridad y miedo a responder de forma inadecuada. En muchos adolescentes estos sentimientos pueden trascender la tristeza y convertirse en depresión.
No todos los jóvenes que atraviesan situaciones difíciles llegan a padecer depresión, ya que algunos experimentan circunstancias protectoras y fortalecedoras, como contar con el apoyo de alguna persona importante de su entorno, por lo general un adulto; compañeros con quienes desahogar sus conflictos; una buena comunicación con los padres, y haber vivido una infancia relativamente estable. En contraste, entre las situaciones que hacen más vulnerable a un joven se encuentran la existencia de familiares directos que hayan presentado depresión o algún otro trastorno emocional, incluido el alcoholismo, o haber sufrido algún tipo de violencia. Un adolescente deprimido puede presentar bajo rendimiento escolar, desinterés por cualquier actividad, aislamiento y conductas riesgosas. Los cuadros de depresión en adolescentes son más frecuentes entre los 13 y 16 años.
La depresión es un trastorno emocional que puede aparecer en cualquier etapa de la vida y afecta los pensamientos, sentimientos, conducta y cuerpo de la persona. Se trata de un problema grave, ya que puede afectar el rendimiento escolar o laboral, llevar al consumo de alcohol o drogas y, en casos extremos, al suicidio. También puede tornar agresivo u hostil al joven e incrementar su problemática hacia la familia, los amigos y las autoridades escolares. Debido a las posibles consecuencias negativas de la depresión en la vida de los adolescentes, es importante reconocer sus síntomas para tomar las decisiones pertinentes a tiempo.
La depresión implica mucho más que el sentimiento de tristeza. Puede presentarse en diversos grados; cuando es severa se manifiesta por una combinación de síntomas que interfieren con las actividades cotidianas como alimentarse, dormir, estudiar y disfrutar actividades placenteras. Los siguientes síntomas pueden indicar depresión:
Si se presentan cinco de los síntomas anteriores, la mayor parte del tiempo y con gran intensidad durante un periodo de al menos dos semanas, es posible que exista un cuadro de depresión.