Los principales cambios biológicos de la adolescencia se manifiestan a través de cambios físicos y hormonales. Las características fisiológicas que diferencian a la adolescencia de cualquier otra etapa de la vida son la maduración sexual, el aumento de talla y peso, así como cambios en la distribución de grasa y masa muscular de todo el cuerpo.
El desarrollo de la sexualidad en la adolescencia produce una acelerada maduración de los caracteres sexuales primarios y secundarios. Los primeros se refieren a los órganos necesarios para la reproducción, es decir, órganos sexuales internos y genitales externos. Los caracteres secundarios son señales fisiológicas de la maduración sexual que no involucran directamente los órganos sexuales. En las mujeres, las características secundarias se manifiestan con el crecimiento de los senos y del vello púbico y axilar; asimismo, aumenta el ancho y la profundidad de la pelvis. En los hombres crece el vello púbico, axilar y facial, cambia la voz y se ensanchan los hombros (véase el cuadro 5.1)