Enciclopedia de Conocimientos Fundamentales
UNAM ˜ SIGLO XXI


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4.4.2 Charles Robert Darwin

Darwin nació en Inglaterra en 1809. Formaba parte de una familia privilegiada. Su padre era un médico reconocido, hijo del famoso Erasmus Darwin. Desde muy joven, Charles Robert mostró una gran afición por la historia natural y por recolectar objetos, como conchas, monedas, animales y minerales. En la escuela no mostró la brillantez intelectual que lo caracterizaría más adelante. Fue enviado por su padre a estudiar medicina a la Universidad de Edimburgo, Escocia, pero las clases le parecían aburridas y no soportaba las prácticas de cirugía. Sin embargo, allí conoció a un grupo de personas interesadas en la historia natural y presentó varios trabajos en la Sociedad Linneana. Finalmente abandonó los estudios de medicina, y su padre decidió que entrara al servicio de la Iglesia Anglicana, para lo cual se incorporó a la Universidad de Cambridge.

En esta época conoció a científicos importantes que influyeron profundamente en su vida, entre ellos el distinguido botánico John S. Henslow, quien lo recomendó con el capitán Robert Fitzroy para que formara parte de la tripulación del Beagle, navío de la Marina Real Británica en el que Darwin realizó su famoso viaje alrededor del mundo.

Al inicio del viaje en el Beagle, Darwin, influido fuertemente por pensadores como Paley, era creacionista, catastrofista y fijista, es decir, pensaba que Dios había creado a los seres vivos y que éstos no se transformaban. Pero al regresar a Inglaterra, lleno de dudas y preguntas, ya estaba convertido en uniformista; es decir, pensaba que la evolución de la corteza terrestre tuvo un desarrollo gradual y uniforme, y que las mismas fuerzas que la afectaron en el pasado la afectaban en el presente. Sin embargo, aún no era evolucionista.

Con este nuevo enfoque acerca del desarrollo de la Tierra, ya en Inglaterra, Darwin analizó las observaciones que había recogido sobre la distribución de los organismos colectados durante su travesía y, al redactar su Diario del viaje (1837), descubrió contradicciones entre sus nuevas ideas y el creacionismo. Este análisis lo convenció de que los seres vivos evolucionaban, por lo que emprendió la búsqueda de una explicación. En julio de 1837 empezó a redactar su primer cuaderno de notas sobre el tema de la transmutación de las especies, e inició el proceso que lo llevó a la construcción de la teoría de la selección natural. Advirtió que las contradicciones entre las teorías prevalecientes y lo que él había observado y estudiado podían resolverse mejor si se aceptaba la idea de la evolución. Como las teorías anteriores no explicaban satisfactoriamente sus observaciones, inició un nuevo programa de investigación que constituyó una auténtica revolución científica.

Pero, ¿cómo llegó Darwin a plantear la teoría de la selección natural? Un paso fundamental en su elaboración fue reconocer que las variaciones no son adaptativas en sí mismas, sino que dependen de la relación cambiante entre el organismo y el ambiente. Si la variación mejoraba la interacción, la selección natural favorecería al portador, pero no en el caso contrario. La comprensión de este hecho fue uno de los aportes más importantes de Darwin al evolucionismo.

En la búsqueda de una explicación a la adaptación y diversidad de los seres vivos, Darwin estudió investigaciones sobre poblaciones humanas a partir de las grandes diferencias que identificó entre los fueguinos (habitantes de la Tierra del Fuego en la Patagonia) y las poblaciones europeas. Entre otros libros, leyó Ensayos sobre población, de Thomas Malthus (1766-1834), donde se sostenía que mientras el número de los individuos crece de acuerdo con una progresión geométrica (1, 2, 4, 8, 16,…), los alimentos sólo pueden crecer en progresión aritmética (1, 2, 3, 4,…); por tanto, la desproporción entre el gran número de descendientes y la escasa cantidad de alimentos disponibles se torna cada vez mayor. Malthus planteaba que, a menos que se presentaran guerras, epidemias u otros factores de destrucción, el exceso de nacimientos debía conducir a una fuerte competencia por los recursos y a la eliminación de los más débiles en la implacable lucha por la supervivencia.

El enfoque malthusiano fue la clave para solucionar uno de los problemas que Darwin enfrentó en la gestación de su teoría: por una parte, la competencia por los recursos que escaseaban y, por otra, la selección de los más fuertes y la inevitable eliminación de los débiles. La primera gran inferencia del científico inglés a partir de la lectura de Malthus fue que el crecimiento exponencial de la población, combinado con una cantidad fija de recursos, conduce a una fuerte competencia entre individuos, es decir, a una lucha por la existencia entre miembros de una misma especie. De esta manera, el concepto de competencia interespecífica y posteriormente el de la variabilidad entre los individuos de una misma población adquirieron significado evolutivo, lo que representó una de las revoluciones conceptuales más importantes del pensamiento occidental.

Después de leer a Malthus, Darwin dio el paso fundamental en toda esta historia: propuso que los organismos que conforman una población son diferentes y esas diferencias los distinguen en cuanto a su aptitud. Cuando los recursos son limitados, entonces tienen que competir entre ellos para sobrevivir, y lo harán los que están mejor adaptados a las condiciones ambientales del momento; por ejemplo, los que resistan mejor la sequía o las bajas temperaturas. Así, de la relación entre la noción de adaptación diferencial (las variaciones dan a los organismos diferentes grados de adaptación) y la idea de que el tamaño poblacional se mantiene porque la limitación de recursos hace inevitable la lucha por la existencia, surgió el concepto de selección natural, que es la fuerza motriz de la evolución de las especies.

En términos generales, la teoría darwiniana sostiene que la evolución involucra dos aspectos fundamentales: el origen de la variación, que es independiente de su valor adaptativo, y su mantenimiento o eliminación mediante la selección natural. Esto significa que una nueva variación que aparece dentro de una población puede ser o no ventajosa para los organismos que la portan, lo cual depende de las condiciones ambientales particulares. Si es favorable, los organismos tendrán una mayor capacidad de supervivencia y reproducción. De acuerdo con las características de los individuos, la selección natural posibilita que algunos sobrevivan y otros no; que algunos se reproduzcan más que otros; que algunos tengan más descendencia respecto de otros. Esto quiere decir que existe una adaptación diferencial dentro de la población capaz de aumentar la proporción de ciertos organismos con alguna característica que les confiere ventaja en la supervivencia o en la reproducción, proceso que con el tiempo irá cambiando las características generales de la población y, por tanto, de la especie.

En octubre de 1838, Darwin contaba con una tesis preliminar de la teoría de la selección natural como mecanismo de cambio de las especies. Durante mucho tiempo se dedicó a buscar argumentos y datos que confirmaran su teoría hasta que en octubre de 1842 concluyó una primera versión; en 1844 escribió otra más completa. En 1858 recibió una carta de Alfred Russel Wallace, quien le dio a conocer sus planteamientos sobre la teoría de la evolución, los cuales se asemejaban a los suyos. En 1858 se publicaron los artículos de Darwin y Wallace, y fueron presentados el 1 de julio de ese año en la Sociedad Linneana; el de Wallace era La tendencia de las variedades a alejarse indefinidamente del tipo original, y los trabajos de Darwin eran el extracto de un texto que elaboró en 1842 y una carta escrita por él en 1857 a Asa Gray, naturalista estadunidense. Por insistencia de Lyell y Hooker, en 1859 Darwin publicó El origen de las especies por medio de la selección natural, que sentó las bases fundamentales del evolucionismo contemporáneo. Salió a la venta el 24 de noviembre de 1859 y la edición, que constó de mil ejemplares, se agotó el primer día.

La teoría de la evolución de Darwin es una teoría compleja, que comprende al menos ocho ideas diferentes:

1. Origen común: cada grupo de seres vivos desciende de un antepasado común y todos los seres vivos (animales, plantas, hongos, algas, microorganismos, etc.) a su vez se remontan a un origen único de la vida en nuestro planeta.

2. Transformismo: los seres vivos no son constantes ni inmutables, sino que cambian constantemente.

3. Diversificación: los seres vivos se diversifican, multiplicando el número de especies, a partir de la modificación de especies preexistentes.

4. Selección natural: el cambio evolutivo se produce debido a que en cada generación hay superproducción de organismos, por lo que sólo sobreviven y dejan descendientes, los que poseen una combinación bien adaptada de caracteres heredables.

5. Leyes de crecimiento: existe una serie de tipos estructurales básicos, los que no se modifican por la acción de la selección natural.

6. Pangénesis: mecanismo que explica la herencia de los caracteres adquiridos, es decir, el modo en que los organismos transmiten a su descendencia caracteres "útiles" en determinadas condiciones.

7. Gradualismo: el cambio evolutivo es un proceso gradual de las poblaciones, no hay "saltos" repentinos de organismos completamente diferentes.

8. Centros de origen: las especies nuevas surgen en áreas restringidas, desde donde se dispersan hasta ocupar sus áreas de distribución actuales.

El libro provocó fuertes reacciones negativas entre algunos científicos, como Adam Sedgwick (1785-1873) y Richard Owen (1804-1892), pero había ganado el apoyo de tres científicos importantes: Charles Lyell, Joseph Hooker (1814-1879) y Thomas Huxley (1825-1895), quienes se contaban entre los mejores geólogos, botánicos y zoólogos, respectivamente, de Gran Bretaña. En cuanto a los teólogos de la Iglesia de Inglaterra, no necesariamente se convirtieron en sus adversarios. Aunque en cualquier libro que analice la historia temprana del darwinismo figura el debate entre Samuel Wilberforce, obispo de Oxford, y Thomas Huxley, apodado "el bulldog de Darwin", la reacción de muchos religiosos fue positiva; por ejemplo, los reverendos Baden Powell y Charles Kingsley alabaron ampliamente El origen de las especies.

Años más tarde se generarían polémicas en torno de los mecanismos evolutivos, que incluso persisten hasta nuestros días. Pero, como se ha visto, la evolución de las especies se acepta como un hecho tan probado, como el de que la Tierra gira alrededor del Sol.

Después de la publicación de su magna obra, Darwin siguió trabajando. En 1868 publicó La variación de los animales y de las plantas en domesticidad, un estudio detallado de la variabilidad de plantas y animales. En 1871 escribió El origen del hombre y la selección en relación al sexo, donde aplicó de manera explícita su teoría de la evolución a la especie humana, y planteó que el hombre, como el resto de las especies, es resultado de la acción de diversas fuerzas naturales y no de una creación divina.

Charles Darwin murió el 19 de abril de 1882. Fue enterrado cerca de la tumba de Isaac Newton, en la Abadía de Westminster, Inglaterra.


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